GERMINACIÓN, SIGNIFICADO E IMPORTANCIA.

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La germinación de las semillas es la primera fase de crecimiento de las plantas de cannabis y de todas las plantas en general. Comienza al colocar las semillas en su entorno ideal para activarlas. Esto se hace proporcionándoles los tres elementos básicos que necesitan para despertar de su fase de letargo:

Agua, oxígeno y una temperatura de 20°C-26°C.

La germinación comienza cuando la semilla se abre y se pueden ver las primeras raíces de nuestras futuras plantas de cannabis/cáñamo.

La fase de germinación puede durar, dependiendo de la variedad, desde 24h hasta dos semanas, y es importante vigilar el estado de nuestras semillas cada día, También es importante no esperar a que las raíces superen los 5-6 cm para trasladar las plantas de cannabis a las macetas.

El siguiente paso es plantar la semilla. Esta es una etapa importante porque podría afectar a la salud de la planta en el futuro. Por lo tanto, la semilla debe manipularse lo menos posible y con la máxima higiene.

Si al final de la germinación tenemos pequeñas plantas de cannabis totalmente sanas y cultivadas en su entorno ideal, tendremos más posibilidades de que las plantas rindan al máximo en las etapas vegetativa y de floración.

Técnica de germinación

Las semillas de cannabis, a diferencia de otros tipos de semillas, son especialmente delicadas. Antes de plantarlas en
la tierra, debemos prepararlas teniendo en cuenta la importante información mencionada anteriormente.

Hay varias formas de germinar las semillas y todas son válidas. Sin embargo, vamos a explicar el método que siempre nos ha funcionado y el que recomendamos utilizar.

Método de germinación en agua

Este es un método más rápido que la germinación en el suelo; las semillas deberían empezar a germinar en uno o tres días, pero podrían tardar hasta una semana.

Todo lo que tienes que hacer es poner las semillas en un vaso, llenarlo con agua a temperatura ambiente (unos 22°C)
y dejarlas en un lugar oscuro, como el armario de la cocina.

Hay que mantener el agua limpia, cambiándola cada dos días aproximadamente. Vigila tus semillas, en cuanto las veas brotar, espera a que las pequeñas raíces alcancen 3-4 centímetros y transfiérelas con mucho cuidado para colocarlas entre dos servilletas de papel humedecidas.

Una vez cerrados los extremos de las servilletas, colocamos el manojo que contiene las semillas en una bolsa de plástico cerrada o bajo un pequeño estuche de cristal o plástico (cualquier recipiente adecuado). Asegúrate de mantener las toallas de papel/las servilletas suficientemente húmedas y colócalas en la oscuridad y lejos de los cambios de temperatura. En una semana aproximadamente, las semillas deberían germinar, pero podría ocurrir hasta el tercer o quinto día.

Hay que mantener las semillas bajo control porque, en cuanto las raíces empiecen a crecer, hay que trasplantarlas suavemente a las macetas.

Para este paso, es necesario conseguir tierra para macetas posiblemente libre de fertilizantes pero rica en nutrientes naturales.
Llene el recipiente con tierra y, a continuación, haga un pequeño agujero de unos 4 cm con el dedo o un lápiz limpio. Coloca la semilla con la raíz hacia abajo y cúbrela con tierra sin comprimirla demasiado.

Después riégala con un pulverizador y colócala en un lugar seguro y protegido de la corriente. Es importante que la temperatura se mantenga constante en torno a los 20° a 26° (temperatura de 17°C por la noche, no inferior, y 23°C durante el día).

La tierra debe mantenerse húmeda, pero es esencial no regar en exceso. En una semana, verás que el tallo y las hojas crecen. Cuando hayan alcanzado unos 7-9 cm, puedes trasplantar tus futuras plantas de cannabis a macetas más grandes. En esta primera fase de crecimiento, es mejor no añadir ningún nutriente adicional a la tierra.

Factores ambientales

Dado que es fundamental tener en cuenta los tres factores ambientales, haremos rápidamente un resumen de cada uno de ellos:

– Temperatura: es fundamental mantenerla constante durante toda la fase de germinación El ambiente ideal implica una temperatura de entre 20 y 26°C, y se deben evitar tanto las corrientes de aire como la exposición excesiva al calor.

Esto no significa que en una situación de interior no se deba cambiar el aire, sino todo lo contrario. La oxigenación favorece la germinación.

– Humedad: para que nuestras semillas germinen correctamente, la humedad también debe mantenerse constante entre el 80 y el 85 por ciento al menos en los primeros días desde que hemos colocado nuestras semillas del papel de cocina a la tierra.

– Luz: las semillas de cannabis no la necesitan en la primera fase de crecimiento, sino a partir del momento en que empiezan a crecer.

En ese momento, de manera oportuna, colocaremos nuestras semillas de cannabis en un lugar bien iluminado o utilizaremos luz artificial tenue para ayudarlas a continuar mejor la fase de crecimiento.

Es importante vigilar nuestras semillas de cannabis a lo largo de la fase de crecimiento para poder intervenir si es necesario. Puede ser útil tener a mano un pulverizador para mantener la humedad alta en caso de sequedad excesiva.

Es mejor elegir un lugar resguardado y alejado de puertas y ventanas para evitar corrientes repentinas que puedan romperlas, ya que aún serán muy frágiles.

¿Qué podría haber pasado si mis semillas de cannabis/ cáñamo no germinan? Estos son algunos de los errores más comunes:

  • El pH del agua era demasiado alto o demasiado bajo. Independientemente del método de germinación que hayas utilizado, el valor del pH debe estar siempre entre 5,5 y 6,5.
  • También hay que tener en cuenta la temperatura del agua, que debe estar entre 20 y 22 °C. Una temperatura más fría o más caliente podría afectar negativamente a la germinación.
  • Si su método de germinación preferido ha sido colocar las semillas directamente en la tierra y no han salido, es posible que las haya regado demasiado, que la tierra haya sido abonada en exceso o que la semilla haya sido presionada demasiado en la tierra.
  • Otra razón podría ser que las semillas estuvieran expuestas a grandes diferencias de temperatura durante su transporte cuando te las enviaron, o las condiciones en las que las conservaste desde que las recibiste hasta que las germinaste. Las semillas deben conservarse en un lugar fresco y seco, con una temperatura ideal de 6° a 8° C.

Si no ha cometido ninguno de los errores mencionados anteriormente, pero sigue teniendo una tasa de germinación pobre, entonces debería adquirir sus semillas de cannabis con nosotros en el futuro.