Semillas de cannabis Feminizadas

¿Cómo se cultiva este tipo de semilla?

El cultivo de semillas de cannabis feminizadas sigue un proceso específico.

• Germinación: Las semillas feminizadas se germinan de la misma manera que las demás semillas de cannabis.
• Cuidados: Evita proporcionar nutrientes en exceso a tus plantas, ya que esto a menudo lleva a problemas de sobrefertilización, estrés de la planta o exceso de riego.
• Riego: Mantén un equilibrio de la humedad sin que la planta llegue a dar síntomas evidentes de necesitar agua. Evita riegos excesivos y demasiado abundantes, deja tiempo para que la planta “respire” entre riegos.
• Planificación del espacio: Ten en cuenta que las plantas de cannabis crecen bastante. Conviene distribuirlas cuando son pequeñas calculando su tamaño pasado el periodo vegetativo.
• Fotoperíodo: Las semillas feminizadas suelen desarrollarse para producir plantas fotoperiódicas, es decir, plantas que florecen dependiendo de las horas de luz/oscuridad del día.

Ventajas de las semillas feminizadas

• Cosechas seguras: Con las semillas feminizadas se elimina casi por completo el riesgo de tener plantas macho en el cultivo.
• Maximización del rendimiento: Al garantizar que todas las plantas sean femeninas, te aseguras maximizar la producción de cogollos ricos en cannabinoides.
• Comodidad: Evitas tener que estar en constante vigilancia observando que no aparezcan plantas masculinas para apartarlas.
• Aumento del rendimiento: Las plantas de cannabis hembra son las que producen las codiciadas flores o cogollos, que contienen la mayor concentración de cannabinoides, incluidos THC y CBD.
• Practicidad: Se generará una planta productiva a partir de cada semilla de cannabis.

Estas ventajas hacen que este tipo de semillas sean una buena opción para muchos cultivadores. Sin embargo, es importante recordar que cada situación de cultivo es única y lo que funciona mejor para un cultivador puede no funcionar tan bien para otro.